martes, 29 de mayo de 2012

¿Suicidios por la crisis o asesinatos impunes?


¿Qué lleva a una persona a tomar la determinación de acabar con su vida? Las últimas cifras de Eurostat (2010) situaban a los países bálticos seguidos de Finlandia a la cabeza en número de suicidios. La tasa era mínima en el sur de Europa. Sin embargo, en los dos últimos años esta tendencia se está invirtiendo dramáticamente a causa la crisis. ¿Recuerdan como en la depresión del 29 los pequeños inversores arruinados se tiraban por las ventanas? La historia se repite

El aumento del número de suicidios en Irlanda, Grecia e Italia ha aumentado significativamente. Grecia era el último de la fila, con menos de un 3% y ahora pasa del 40% de las muertes. Agobiados por las deudas y la falta de expectativas, en Italia se suicida un desempleado al día. Y es un país profundamente católico, donde la palabra suicidio estaba prohibida y los suicidas se enterraban fuera del camposanto. Da igual: un tiro en la sien, la horca, un disparo... todo vale cuando los dioses te abandonan y las deudas apremian

Los motivos económicos han desbancado a la salud mental entre las causas. Y se hacen explícitos: nadie le deja ya la carta al juez, se la deja al banco. Pequeños empresarios, comerciantes y parados nutren las estadísticas. El efecto contagio, dicen, cuando salen por la prensa hace estragos. Pero más estragos causa la absoluta insensibilidad de los gobiernos, de los bancos. Ante un sistema sordo, mudo y ciego, quitarse la vida es la última forma de rebeldía un grito de alarma que debería hacernos recapacitar.

¿Usted ha visto algún político o banquero suicidarse por haber causado la crisis? ¿Les ha visto mostrar siquiera algún remordimiento por las muertes en cascada que están provocando? Excepto en Islandia, ¿alguien les ha pasado factura por haber entregado la economía -y los países- a los especuladores financieros? Debemos exigir responsabilidades, tienen nombre y apellidos. Los suicidios provocados por la crisis no son suicidios, son asesinatos. Los asesinos visten traje, corbata y viajan en Audi, mientras sus cuentas crecen y engordan con la sangre de los pobres, con su dignidad, con su estima, con su vida. Se ponen indemnizaciones millonarias y sueldos de por vida, evaden y defraudan al fisco, mientras hablan del déficit y la prima de riesgo y le dicen que el problema es suyo por haber vivido por encima de sus posibilidades. Ellos no, las suyas son infinitas. Si cada suicida se llevara uno por delante quizá la crisis acabara primero. El problema es que los suicidas son pobres y además honrados. No como otros.

Por cierto, se dice que en España también han aumentado, pero son silenciados por los medios de comunicación. ¿Usted que cree?

2 comentarios:

Marta dijo...

Creo ambas cosas, que han aumentado y que han sido silenciados. La censura hace estragos, ya que la información sesgada desinforma, engaña y oculta cuestiones que son relevantes y muchas veces decisivas.

venta de casas en cali dijo...

interesante todo lo que escribes!
un saludo..!

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